
El aumento del consumo de fibra dietética se asocia con un menor riesgo de enfermedades inflamatorias crónicas. En este estudio se pone de manifiesto que dicho aumento lleva asociado cambios a nivel de la flora intestinal, llamando la atención un aumento de la presencia de clostridiales.
Estos hallazgos ofrecen en conjunto evidencia humana novedosa que respalda una variedad de interacciones fibra-intestino-microbioma relevantes para la inflamación sistémica crónica.
Lo más sorprendente es que la ingesta de fibra se asoció con una reducción significativamente mayor de PCR en individuos sin un portador sustancial de Prevotella copri en el intestino, mientras que aquellos con P. copri mantuvieron niveles estables de PCR independientemente de la ingesta de fibra. La presencia de P. copri eliminó los efectos fuertemente protectores del aumento de la ingesta de fibra sobre la inflamación sistémica.
El impacto de P. copri en la salud humana en general sigue siendo controvertido, ya que se han informado resultados contradictorios. Como degradador de fibra, Prevotella se asoció positivamente con la producción de AGCC (p. Ej., Propionato) podría, por ejemplo, proporcionar un beneficio al huésped mediante un mejor metabolismo de la glucosa en respuesta a una dieta rica en fibra. Por el contrario, P. copri se ha asociado con enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide y la resistencia a la insulina y la intolerancia a la glucosa.
La heterogeneidad a nivel de cepa del complejo P. copri puede contribuir a su diversidad funcional y algunas de estas aparentes contradicciones fenotípicas.
Queda claramente establecido que la funcionalidad bien determina por la cepa y no la especie Por lo tanto identificar a nivel de especie es solo parcial y puede ser erróneo.