fbpx

Tres claves para distinguir alergia e intolerancia alimentaria

abril 30, 2020 0

Alergia e intolerancia alimentaria ¿sabes qué son? … Ambas tienen un nexo común: una reacción adversa del organismo a los alimentos pero… por lo demás, son completamente diferentes.

Les separan los tiempos, la intensidad y en el diagnóstico. La diferencia más evidente está en los tiempos: en una alergia la reacción es casi inmediata tras la ingesta del alimento, mientras que en la intolerancia los plazos se alargan y aparecen entre las 24 y las 48 horas, lo que la hace difícil identificar.

Por el contrario, en la alergia gracias al escaso tiempo que transcurre entre la ingesta y la aparición de los síntomas la alergia es diagnosticada correctamente en la mayoría de las ocasiones. Es incluso habitualmente el propio paciente quien la identifica y da la voz de alarma al sufrir repentinamente vómitos, diarreas, hinchazón de alguna zona, o sensación de falta de aire.

Reacción peligrosa vs inhabilitante

Otra diferencia entre ambas dolencias es la intensidad de la reacción. En la alergia nuevos contactos con el alimento agravan la reacción. En algún caso puede llegar incluso a provocar un shock anafiláctico de consecuencias fatales.

Por su parte la intolerancia, es una dolencia que puede llinegar a ser inhabilitante y que influye en aspectos como la capacidad de recuperación ante otras enfermedades, pero que en principio no entraña un riesgo directo para la vida.

El tratamiento en una alergia consiste en eliminar cualquier contacto con dicho alimento. Para ello existen protocolos bastante estandarizados que, salvo excepciones, funcionan satisfactoriamente.

¿Qué es una intolerancia alimentaria?

Pero entonces… ¿qué es la intolerancia alimentaria? En realidad se trata de una enfermedad muy frecuente y poco conocida. Se estima que la padece al menos el 30% de la población. Además, se presenta sobre todo en mujeres, tres por cada hombre que lo padece.

Es una dolencia provocada por la reacción del sistema inmune ante la proteína de un alimento tras entrar este en el torrente sanguíneo a través del tubo digestivo, y lo hace liberando histaminas. Una señal de alarma que se manifiesta con diversos síntomas.

Los síntomas más frecuentes en la etapa inicial son: estreñimiento, cansancio o dolores de cabeza. A estas primeras manifestaciones se les suele dar poca importancia, ya que es una sintomatología común.

A esto se une que los síntomas no se presentan de forma inmediata, retrasando así su diagnóstico y, por consiguiente, su manejo correcto.

Al no ser tratada, de forma progresiva a lo largo de la vida aparecen otros síntomas como hinchazón abdominal y general, diarrea, abombamiento abdominal, dolores de cabeza, salivación excesiva, urticaria,  sequedad bucal, dolores articulares, cansancio crónico, trastornos del sueño, etc. Como vemos, alergia e intolerancia alimentaria son distintas.

Estrés y antibióticos, desencadenantes

¿Qué la desencadena? El origen de la intolerancia alimentaria se relaciona con un mal funcionamiento del sistema digestivo. Hay factores que favorecen su aparición como intervenciones quirúrgicas, tratamientos antibióticos, quimioterapia, inmunosupresores o, con mucha frecuencia, un elevado nivel de estrés o ansiedad.

Muchos pacientes señalan desde el principio a los alimentos como únicos responsables de los síntomas que padecen. Sin embargo, esto se suele dejar de lado y el profesional habitualmente opta por diagnósticos alternativos que no resuelven los síntomas que plantean los pacientes.

Por ello, cuando llegan a ser diagnosticados los pacientes han pasado años buscando una respuesta y sintiéndose frustrados e incomprendidos tanto por los profesionales como, incluso, por familiares.

En el proceso se han convertido en pacientes crónicos, han pasado por diversos profesionales y tienen un historial repleto de estudios normales. De hecho, es frecuente que se les hayan diagnosticado colon irritable, cefalea tensional, fatiga crónica, fibromialgia… Todo ello sin que exista una patología orgánica que justifique dichos síntomas.

Por ello han pasado por varios tratamientos sintomáticos con escaso o nulo resultado (omeprazol o similares, estimulantes del tránsito, anti-diarreicos, analgésicos, etc..). En muchos casos les terminan recetando ansiolíticos o antidepresivos, y se les recomienda una visita al psicólogo o psiquiatra.

Por tanto, alergia e intolerancia alimentaria son diferentes y hay que estar alerta…

En el caso de que nosotros, o alguien de nuestro entorno tenga una dolencia crónica, con escasa respuestas a tratamientos y una afectación casi generalizada, hay que descartar una intolerancia alimentaria.

 


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *


logo transparente 22 consulsa histal blanco

Consultas Histal es un centro especializado en el diagnóstico y tratamiento de las intolerancias alimentarias.
Dolores de cabeza, diarreas o estreñimiento pueden estar causados por la reacción frente a un alimento. Abordamos esta patología con rigor científico y 20 años de experiencia y estudios.

Últimas noticias

Copyright by BoldThemes 2018. All rights reserved.